
Esta es la historia de un joven que todos
los días cuando iba a su trabajo, pasaba frente a una pastelería donde siempre
había en exhibición una torta de aspecto muy rico, se veía esponjosa y con
mucha crema.
Su boca se le hacía agua y al mirarla
pensó: "¡Hoy te
compraré y te comeré torta sabrosa!". Así al regresar del trabajo entró al
negocio...