La mariposa dorada
La historia que quiero contarles los transportará a una época
maravillosa en la vida, ¡sí!, aquella época cuando tu imaginación
volaba y viajabas a gran velocidad al leer ese cuento que tanto te
gustaba y querías imitar a sus personajes.
Hoy te quiero regalar otra
historia, no famosa, pero con la que seguramente llegaré a tu interior
donde todavía se albergan los sentimientos más puros de tu niñez,
para luego llevarte a reflexionar.
Esta historia que ocurre en los jardines más hermosos de una bella
ciudad, era el lugar más visitado por la admirable belleza de sus
flores, todas exóticas y de colores llamativos, sin dejar atrás las
mariposas que combinaban, dándole un toque especial a ese
bellísimo paraíso terrenal.
Dentro de ese escenario donde la naturaleza reinaba, había una bella
mariposa con extraordinarios colores que cuando el sol la iluminaba,
todos se transformaban en un solo color, el color dorado.
Esto
impresionaba mucho a los visitantes, tanto que cuando ella pasaba
solo se escuchaban sus voces diciendo: “¡allí va la mariposa
dorada!”, despertando la emoción de los fotógrafos que corrían tras
ella para obtener las mejores fotografías cuando ésta se posaba entre
las rosas rojas.
Así se desenvolvía aquel espectáculo de risas y
alegría entre los fotógrafos, los visitantes y la mariposa dorada.
Pero un día, cuando ya caía la tarde y todos los insectos del lugar
comenzaban a buscar refugio para recibir la noche y despedir aquel
armonioso día, pasaba la Mariposa Dorada por donde estaban los
botes de la basura, y sintió una voz que la llamaba: “Mariposa
Dorada, Mariposa Dorada”, al mirar, vio a una mosca grande,
negra y de alas grises que le decía: “Veo siempre el espectáculo que
ofreces donde los fotógrafos y los visitantes se emocionan cuando
pasas a posarte entre las rosas y a todos cautivas con tu
extraordinaria belleza; y veo también que cuando el sol brilla tus
colores cambian convirtiéndote en la Mariposa Dorada, ¿por qué
no me revelas tu secreto?”
La mariposa, acomodándose entre los botes de basura para continuar
el diálogo le dijo entre risas: “Sabes mosca, yo también fui fea,
gorda y mi cabeza era grande y me la pasaba comiendo entre las
hojas de las plantas del bosque; por lo cual ellas me despreciaban,
ya que mi único fin era poder devorarlas, algo así como te pasa a ti,
que te la pasas dentro de la basura esperando que alguien bote sus
inmundicias para que puedas comer, y cuando sales de aquí y te
posas en los platos de las personas también te desprecian y con asco
y golpes te corren de sus manjares; es por eso que te digo que
también fui horrible como tú.
Hasta que un día mirando más allá del sol, comencé a reflexionar
en lo que era mi vida y así decidí dejar de ser una oruga porque me
cansé de estar siempre igual, comencé a transformarme y entre más
me conocía, más lograba que todo mi cuerpo cambiara
externamente, de gordo paso a ser un cuerpo más fino, comenzaron
a salirme alas largas que pasaron por hermosos colores, también
cambio mi forma de pensar y así prefería ahora las flores y rosas y
dejé de alimentarme con las hojas de las plantas y la madera de los
árboles del bosques que me hacían cada día más inútil y
despreciable, es por eso que hoy me paseo entre los jardines.
Pero
la cosa más maravillosa que ocurrió fue conocer un cómplice, a mi
amigo el sol, que cuando miro al cielo me regala su brillo
bañándome con su luz. Ese es mi secreto sin mi cómplice no
lograría todo este espectáculo donde todos me llaman la Mariposa
Dorada, amada de todos”.
REFLEXIÓN
¡Mira que sabia es la naturaleza!, que permite la transformación de
algunos insectos. Imagínate qué no haría Dios por nosotros si algún
día decidimos cambiar, siendo Él quien creó todo esto.
Si quieres cambiar y trasformar tu vida comienza conociéndote a ti
mismo, reconoce cómo son tus acciones en la vida, ya que son tus
actitudes y tu manera de obrar las que le dan repuesta a lo que eres
hoy, comienza a cambiar reconociendo cuáles son las miserias de tu
alma que te mantienen allí en el desperdicio de la vida como en el
caso de la mosca; trasforma todo con mucho amor, por lo contrario
pasarás tu vida en un solo punto viviendo en la basura de tus propias
inmundicias.
Así que abre tu corazón y eso te permitirá trasformar tu alma,
lograrás ser una persona feliz y más optimista en todo lo que
emprendas en tu vida, porque ese será tu secreto para realizarte, vas
a ver como se extenderán tus alas logrando iluminar en la oscuridad
y si elevas tu mirada al cielo y descubres que allí esta alguien grande
y maravilloso, y lo buscas, Él se convertirá en tu cómplice
llenándote de fuerza y prosperidad.
Entonces en ese momento entenderás que solo Dios es el único que
te puede cambiar, para que tu vida se llene de bellos colores y
puedas brillar como la Mariposa Dorada.
“No sigan la corriente del mundo en que vivimos, sino más bien
transfórmense a partir de una renovación interior. Así sabrán
distinguir cual es la voluntad de Dios, lo que es bueno, lo que le
agrada, lo que es perfecto”. (Rom 12, 2)
Mary Jeanne Sánchez Viloria
Autora